«Tania Bedrax-Weiss ´La IA debe ser audaz y responsable’ «, tituló la Revista Ya de el diario El Mercurio en su edición del martes 4 de marzo, Senior Director of Research en Google DeepMind.
La destacada licenciada en Matemáticas y Magíster en Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Católica, Tania Bedrax-Weiss, quien además es Master of Science, Computer and Information Sciences University of Oregon y PhD, Computer Science, Artificial Intelligence, de la Universidad de Oregon, fue entrevistada el martes 4 de diciembre por la Revista Ya del diario El Mercurio.
Actualmente, la alumni de la Facultad de Matemáticas y de la Escuela de Ingeniería se desempeña como Directora Senior de Investigación en Google DeepMind, y reflexionó sobre los temores que han surgido en el marco de esta nuevas tecnología de la Inteligencia Artificial, así como la responsabilidad de quienes la crearon. «Los seres humanos somos inteligentes y aprendemos a lidiar con estas nuevas tecnologías», afirmó la exalumna UC.
Como directora de Investigación en Google, Tania Bedrax-Weiss enfrenta estos dilemas a diario junto a su equipo conformado por 150 personas, en sus oficinas en Mountaln View, California.
Hija de padres chilenos, Tania nació en Guatemala, donde la familia vivió debido al trabajo de su padre. Luego viajó con ellos de vuelta a Chile. Aquí recibió su educación media y universitaria, graduándoseen Matemáticas con mención en Computación y del Magíster en Ciencias de la Ingeniería, ambos en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Más tarde obtuvo un doctorado en Ciencias de la Computación e lA por la Universidad de Oregon y, antes de llegar a Google, trabajó para la NASA, diseñando el software que se utilizó para las exploraciones en el planeta Marte.
Con esta trayectoria, sabe lo que significa trabajar en ambientes masculinizados, tema que según su experiencia ha bajado, pero aún persiste. En las oficinas de Google en Santiago, comenta: «Desde chica tuve amigos hombres y mujeres por igual. El género no era gravitante. Aprendí a ser un poco ciega frente a este problema, lo que me facilitó mucho la carrera. Pero hace muchos años me di cuenta, mientras estaba en una sala de reuniones con 25 personas, de que yo era la única mujer. Entonces me pregunté: ¿ cómo puede estar pasando esto? Porque para poder innovar y ser creativo, es tan importante importante la diversidad».
«La IA debe ser audaz y responsable»
Eso está muy demostrado y no tiene que ver solo con el género, sino también con el background de cada uno. ¿Qué sintió en ese momento?
– «Tristeza Pero también responsabilidad, en cuanto a tener que hacer bien el trabajo. Me ha pasado eso de sentir presión por demostrar más, por el hecho de ser mujer. Llevo muchos años de carrera, y tempranamente me di cuenta de que a veces hacía esfuerzos por compensar. Generalmente las mujeres somos un poco más calladas, más observadoras, menos impulsivas, y tuve que esforzarme, por ejemplo, para hablar más fuerte; cambiar un poco mi personalidad. Hay que aprender a balancearse. Ahora estoy más madura y he encontrado, encontrado, yo creo, un buen ritmo. Trato de opinar bastante cuando son temáticas que domino y muy poco o nada en temas que no», comenta.
El hecho de que haya pocas mujeres en los equipos que crean crean la JA ha sido sindicado como una de las principales causas de sesgos en el output de estas tecnologías. ¿Comparte esa visión?
– Lo que estos modelos hacen es tomar textos que están ya escritos. escritos. Algo que no hacen es crear sus propios valores; entonces, sus valores son los que forman a partir de datos que se les dan. Y si estos contienen más imágenes de doctores que de doctoras, el modelo generaliza y dice: los médicos generalmente son hombres. Tania asegura que se han buscado maneras de corregir esto. Pero, aclara, es un proceso lento, de ensayo y error: Al comienzo, al pedir que (la JA) generara una imagen de doctores, doctores, todos los que aparecían eran hombres. Nos dimos cuenta, nosotros y el mundo, de que eso no era aceptable. Hoy, si pides esa misma imagen, ya no son solo hombres. Pero al empezar a trabajar este problema, a alguien se le ocurrió generar una imagen de la guerra en Estados Unidos en el 1800 y claro, generó personas muy diversas. Una imagen que, para ese momento, tampoco era apropiada. Cada vez que tenemos un modelo nuevo vamos aprendiendo cuáles son sus limitaciones y descubriendo cómo mitigarlas.
Su interés en la IA nació cuando era adolescente, a partir de la lectura de textos donde el célebre divulgador científico de origen ruso Isaac Asimov abordaba la relación entre los humanos y los robots. Además, solía tener discusiones que describe como “medio filosóficas” sobre estas temáticas con su padre, que la ayudaron a encender la chispa de su interés adolescente por comprender “cómo razona el ser humano y si era posible que algún día las máquinas razonaran”.
Su pasión por el tema es tal que, al preguntarle cómo se ve a sí misma de aquí a diez años, la IA es lo primero que menciona. «Hoy dedico tiempo a muchas tareas repetitivas e ineficientes, por ejemplo, leer artículos científicos para mantenerme al día. Se necesita mucho tiempo para decidir cuáles leer y comprender realmente los resultados. Esto se ha vuelto más difícil en los últimos años, porque la tasa de publicación de nuevos artículos se ha multiplicado. multiplicado. Hoy ahorro tiempo con herramientas que me ayudan a decidir en qué artículos centrarme, resumirlos, y hacer preguntas. En 10 años, estas y muchas otras tareas estarán automatizadas. Podré aumentar mi productividad y centrarme solo en cosas que realmente necesitan mi atención y mi capacidad para tomar decisiones. Espero que pueda dedicarle más tiempo a cosas que elijo hacer porque me dan alegría y mejoran mi vida. También espero que este aumento de la productividad traiga cambios significativos en todas las industrias», asegura.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Revista Ya, Diario El Mercurio.