Entrevista a una egresada: Keryma Acevedo

Keryma Acevedo “respira” ciencias de la salud. Su madre enfermera, su padre médico, su marido alumni de Medicina UC, y sus tres hijas estudiantes de la misma carrera.  

La médico cirujana de la Escuela de Medicina UC realizó su especialización de Pediatría y de Neurología Pediátrica en la Universidad de Chile para luego volver a la Universidad Católica para capacitarse en Neurofiosiología y Epilepsia.

Recientemente, la Dra. Acevedo, quien además es académica UC, fue nombrada vicepresidenta Comité Regional de América Latina de la International Bureau for Epilepsy, tras más de 20 años como voluntaria en la Liga Chilena contra la Epilepsia en la cual actualmente ocupa el cargo de presidenta. 

Inspirada por su padre, el epiletólogo Dr. Carlos Acevedo, quien fue presidente de la Liga varias veces durante su trayectoria profesional, y quien además fue presidente del Capítulo Latinoamericano y Secretario General del Bureau Internacional, la exalumna y académica UC ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a trabajar en pos de la prevención y atención de pacientes con epilepsia. 

A continuación, te contamos más de su historia y de los desafíos que conlleva este reconocimiento: 

¿Cómo recibes este nuevo cargo? 

Desde el año pasado, sabíamos como país que se iba a producir un cambio porque el presidente regional anterior del Bureau Internacional es chileno, el Dr. Tomás Mesa, también Epileptólogo, a quien le tocaba dejar su cargo. Así que desde ese momento me convocaron para ocupar un rol en la mesa directiva.  

Yo pensaba que iba a ser secretaria, la verdad, por lo que, si bien me sorprendió que el nombramiento oficial fuera de vicepresidenta del Comité Regional de América Latina del Bureau internacional, ya estaba preparándome para tener un rol de mayor responsabilidad y lo tomé como un proceso bastante natural, desde que ingresé al directorio de la Liga Chilena contra la Epilepsia del que hoy soy presidenta.  

¿Cuáles son los próximos desafíos en la región? 

Yo creo que el desafío más importante que nosotros tenemos, es que el año 2022, se aprobó el IGAP Epilepsy, que es un plan estratégico de Epilepsia y otras enfermedades neurológicas, que se aprobó con participación de ILAE, IBE y OMS. Fue aprobado unánimemente en la Asamblea de ese entonces por todos los países miembros de la OMS, y en el fondo compromete a todos los países a mejorar la situación de epilepsia. 

Ahí, hay un compromiso que nosotros tenemos como mesa de trabajo regional, de mejorar los estándares de diagnóstico, de tratamiento y de calidad de vida en nuestra región latinoamericana.  

En este contexto, una de las iniciativas que hemos impulsado fue el Taller sobre IGAP que fue elaborado por el Centro colaborador de la Liga, y el Centro colaborador de Honduras, en el marco del Congreso Latinoamericano. Además, se trabajó en una herramienta que se llama el Tool kit del Advocate de Epilepsia (promotor de epilepsia) para América, el que finalmente se debiera lanzar oficialmente en septiembre, en la semana latinoamericana de Epilepsia. 

¿Cómo llegas a desde tu pregrado en Medicina UC a dedicarte en profundidad a temas de prevención de la epilepsia? 

Mi papá, Carlos Acevedo, fue presidente de la liga varias veces; fue presidente del capítulo latinoamericano; y fue secretario general del Bureau internacional. Él es epileptólogo y, de algún modo, desde que yo estaba en el colegio viví la Epilepsia de cerca, participaba de los eventos para recaudar fondos y ayudar a la comunidad, y yo creo que eso hizo que a mí me interesara como subespecialidad.  

La verdad me costó decidirme a hacer la especialidad de Epilepsia porque me significó hacer el programa de formación de Epilepsia cuando ya estaba casada y tenía tres niñitas, entonces fue una decisión difícil. Tomás Mesa fue quien me empujó finalmente a hacerla, y la verdad no me arrepiento.  

Fue un año bien duro pero que finalmente ha sido gratificante, y creo que no podría ser una buena Epileptóloga sin haber hecho ese proceso de formación, así que estoy muy contenta de haberlo hecho. Por otro lado, si no hubiera seguido esa trayectoria como académica UC, no podría estar tomando los cargos que estoy tomando ahora, así que en ese sentido fue una muy buena decisión. 

¿Cómo recuerdas tus años como estudiante en la UC? 

Yo realmente creo que en el pregrado tuve una formación de excelencia. Tuve muy buenos maestros. Siempre hay profesores, profesoras que uno va a recordar con cariño, y las compañeras y compañeros que tuve fueron también muy importantes. Y en la etapa de la vida en la que estoy hoy día, «pucha», estamos todos en esta etapa de bastante plenitud profesional y descubres que hay muchos que llevan este sello de impactar, de cambiar la vida, de excelencia, pero en el amplio sentido de la palabra.  

La verdad, nunca pensé que iba entrar a la Católica, para mí fue una sorpresa, y me encontré con personas muy valiosas. Ese es el mensaje: te encuentras con personas valiosas.

También creo muy importante destacar que la Universidad Católica tiene principios cristianos muy fuertes. El transmitir la solidaridad, el compromiso, el acompañamiento es muy importante. Diría que hay valores humanos que son comunes a todas las personas, y creo que esa esencia se transmite y que ese mensaje uno debiera llevarlo en el corazón. A veces quienes estudian Medicina tienen una carga tan alta de trabajo que te come el día a día, pero esos principios fundamentales de respeto por las personas, debiera guiar tu vida y tener eso siempre presente, lo que a su vez debemos transmitir como académicos. 

¿Recuerdas alguna anécdota que quieras compartir de tus años como estudiante? 

Durante el pregrado, mi marido, Rodrigo Zapata, era presidente del Centro de Alumnos de Medicina UC (CEMUC) y yo era delegada de curso del primer año de Medicina, entonces probablemente si yo no hubiera sido delegada de curso, no creo que hubiera «pinchado» con mi marido (ríe). ¡No creo que nos hubiéramos conocido! Así que por suerte que tengo esa veta, porque a lo mejor no hubiera estado acá. 

Llevo 31 años casada, tengo tres niñitas y mis tres hijas están estudiando Medicina, así que tengo marido médico, papá médico y mamá enfermera, suegro médico, suegra enfermera, así que encuentro que no lo hemos hecho tan mal con mi marido. Él también es súper destacado en su área, es gastroenterólogo, hepatólogo, y creo que hemos logrado transmitir el amor a lo que uno hace porque a mí me encanta mi carrera. No hubiera hecho ninguna otra cosa, y es algo que ambos se lo hemos transmitido a nuestras hijas, y que también vibren con lo que hacemos. 

¿Qué sueñas para Chile? 

Desde mi área, una cobertura amplia de epilepsia, porque el GES de epilepsia no incluye la Epilepsia refractaria, ni la Epilepsia en menores de un año. Entonces, por un lado, mejorar la cobertura para una enfermedad que puede ser muy cara, y en el que hay prestaciones que no están incluidas, como las resonancias y otras cosas.

Y desde el punto de vista de la salud, creo que el desafío más grande, es que somos un país que ha logrado muy buenos indicadores de salud, pero con un sistema que está muy estresado; en el que muchas cosas se logran por buena voluntad, en términos de la familia que hace tremendos sacrificios cuando necesitan acceder a mejores prestaciones, pero donde todavía existen las listas de espera; donde existe una tremenda inequidad; y donde, yo diría, que mejorar nuestros indicadores es muy caro. 

Queremos ser jaguares, pero no nos da. Quisiéramos lograr ser un país desarrollado y nos falta, y donde se ve que hay mucha desunión y eso floreció con tanta fuerza los últimos años. Entonces necesitamos más equidad y más unión para poder empujar el carro en forma más justa. 

La Dra. Acevedo ocupará el cargo de presidenta de la Liga Chilena contra la Epilepsia hasta mayo-junio del 2025. “Seguiré trabajando mientras pueda como voluntaria de la Liga, y en paralelo probablemente proyectando este trabajo internacional en el que entré, y con el Centro colaborador también, pero en paralelo con mi desarrollo como académica que es algo que me gusta mucho”, finaliza.