Valentina Mosso, psicóloga UC impactando a la sociedad con su vocación por la inclusión
16/10/2025
A través de distintas iniciativas que impulsó siendo estudiante UC, como la Escuelita Inclusiva, Valentina promueve y contribuye con su quehacer a una sociedad más diversa, colaborativa y consciente de la igualdad de oportunidades.
Desde sus primeros años de formación en la Escuela de Psicología UC, Valentina Mosso (24) ha destacado por su curiosidad intelectual y un profundo compromiso con la inclusión. Su camino académico y personal ha estado marcado por una especial sensibilidad hacia las personas con discapacidad, y por el impulso de generar cambios concretos en los espacios educativos y sociales que habita.
Su interés por la mente humana nació en medio de un cruce de pasiones: la ciencia y las humanidades. En el colegio participó tanto en Olimpiadas de Química como en debates nacionales de Filosofía, buscando un equilibrio entre el pensamiento lógico y la reflexión ética. En esa combinación, Valentina encontró su lugar en la psicología, carrera que eligió más por intuición pero que pronto se transformó en su verdadera vocación.
A través de distintos espacios estudiantiles, como el Movimiento Autónomo Feminista Interseccional UC, Chile Necesita ESI, Centro de Estudiantes e incluso la FEUC; Valentina comenzó a involucrarse en temas de inclusión y accesibilidad, participando en proyectos impulsados por la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), y convirtiéndose en una voz activa por una universidad más inclusiva.
Su aporte más relevante, ha sido la creación de la Escuelita Inclusiva, una iniciativa que nació en plena pandemia en sus años de estudiante de Psicología UC, tras conocer y generar fuertes lazos de amistad con compañeras de la comunidad Sorda, y con discapacidad visual. El proyecto hoy va en su cuarta versión, gracias a distintos fondos de la DAE, y busca promover la accesibilidad universal desde una mirada interdisciplinar y colaborativa, por medio de talleres prácticos como Lengua de Señas Chilena o Braille, dictados por personas en situación de discapacidad.
La joven psicóloga UC egresada este 2025, y quien próximamente iniciará sus estudios de magister en la misma Escuela, nos cuenta más sobre su historia y su búsqueda por mantener activas las iniciativas que hoy impulsa.

Registro del último taller que realizó la Escuelita inclusiva en ésta su cuarta versión
¿Desde dónde surge tu interés por la inclusión?
Entré a la universidad justo cuando se decretó la cuarentena total. Sólo alcancé a asistir a la bienvenida general. Fue difícil porque todo era online, no conocía a mis compañeros, pero encontré espacios como este movimiento feminista, donde empecé a vivir la vida universitaria y a involucrarme en temas sociales.
Por otro lado, siempre he sentido que veo el mundo de una manera distinta, y desde muy joven me ha apasionado comprender esa diversidad. De niña, esa diferencia despertaba en mí una profunda curiosidad por comprender a las personas y sus maneras de sentir y pensar. Con el tiempo descubrí que soy neurodivergente, y lejos de ser un obstáculo, eso se convirtió en una fuente de fuerza y sensibilidad. Gracias a ello, aprendí a conectar con quienes viven realidades diversas, encontrando en cada encuentro una nueva forma de entender la vida.
Aprendí Lengua de Señas Chilena por Zoom durante la pandemia, pero el deseo e interés por aprender se transformó en mi en una necesidad cuando conocí a una compañera Sorda y nos hicimos amigas. Su familia me acogió, y con el tiempo comprendí las falencias que existían en accesibilidad dentro de la universidad. Eso me motivó a promover cambios desde adentro, pero siempre acompañada desde amigos “expertos por experiencia” en discapacidad.
¿Cómo surge esta iniciativa, específicamente? ¿Cuáles han sido los mayores desafíos en esta experiencia?
Nació junto a dos compañeras, una ciega y otra de la comunidad Sorda, con la idea de enseñar herramientas básicas como Braille y Lengua de Señas Chilena. La primera versión fue online y llegaron más de 800 personas, incluso desde fuera de Chile. Queríamos que todos pudieran aprender lo esencial para comunicarse y apoyar a personas en situación de discapacidad.
Hoy vamos ya en la cuarta versión, tenemos un curso nuevo de “Diversidad funcional y Diseño Universal” que lidera un amigo que es usuario de silla de ruedas y seguimos con apoyo de fondos de la DAE y con un equipo docente compuesto por personas en situación de discapacidad, así que son instancias súper enriquecedoras para la comunidad en general. Y como todo, hay hartos desafíos, desde ocasiones en que nos asignan salas no accesibles, por ejemplo, o el presupuesto que es limitado, pero el entusiasmo del equipo y el interés de los participantes nos impulsan a seguir.
Queremos que el proyecto sea sostenible y, ojalá, algún día institucionalizado dentro de la universidad, entendiendo que el estudiantado tiene una diversidad cada vez mayor, y en eso la accesibilidad es clave. Por tanto, por el momento otro desafío será la posibilidad de que podamos continuar con este proyecto y sacar adelante sus siguientes versiones.
¿Qué aprendizajes rescatas de tu formación en la UC?
En la UC, la carrera de Psicología tiene una formación integral, tanto científica como humanista, y eso me hizo mucho sentido, y fue justamente una de las razones por las que decidí estudiar acá.
Además, creo que la Universidad Católica me permitió ver la psicología de una manera más interdisciplinar. Aprendí de profesores muy abiertos al diálogo, que valoraban las actualizaciones y las distintas miradas. Además, la universidad ha impulsado cursos sobre discapacidad e inclusión, lo que muestra una preocupación real por estos temas.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a la comunidad respecto a la inclusión?
Diría que debemos trabajar “nada sobre nosotros sin nosotros”. Es fundamental incluir a las personas en situación de discapacidad en el diseño de proyectos, políticas o espacios que las involucran. Preguntar, escuchar y co-crear son claves. La inclusión no es un favor, es una responsabilidad compartida.
Actualmente, Valentina se encuentra trabajando como psicóloga clínica en ENDOPLUS, así como en la Fundación Operación Infancia y se prepara para comenzar en 2026 el Magíster en Psicología Clínica en la Pontificia Universidad Católica, donde espera desarrollar una intervención enfocada en el acompañamiento psicológico a personas en situación de discapacidad y sus familias.
Paralelamente, continúa como ayudante del curso de Lengua de Señas Chilena en la Escuela de Psicología, además de seguir liderando la Escuelita Inclusiva, manteniendo su compromiso con la accesibilidad y la formación universitaria que aporte verdaderamente a la inclusión.