María de los Ángeles Henríquez, enfermera UC y comandante de Escuadrilla de la FACH
02/07/2025
Comandante de Escuadrilla de la FACH y Magíster en Salud Pública, la exalumna de Enfermería UC nos cuenta en esta entrevista su trayectoria desde Chiloé a la Fuerza Aérea, una historia de liderazgo, vocación y resiliencia.
Nacida en una familia de esfuerzo, donde gran parte de su infancia la vivió en la isla de Chiloé al sur de Chile, la historia de María de los Ángeles Henríquez Sánchez (41), exalumna de la Escuela de Enfermería UC, comienza con una mudanza a Talca, donde concluyó sus Enseñanza Media con excelencia académica.
Gracias a su destacado desempeño escolar, y al apoyo de una profesora que reconoció su potencial, postuló a la Beca Padre Hurtado en 2001 permitiéndole ingresar a la Universidad Católica, lo que marcaría el inicio de un camino marcado por la vocación de servicio y un fuerte sentido de la responsabilidad social a través del sello UC.
En la siguiente entrevista, conoceremos cómo María de los Ángeles pasó de la UC a la Fuerza Aérea de Chile (FACH), cómo se especializó en salud pública, cuáles han sido los mayores desafíos de su carrera, y algunos de sus próximos proyectos.

Entre 2020 y 2021 María de los Ángeles Henríquez fue parte de la ERSAM, escuadra que coordinaba los traslados de pacientes críticos durante la pandemia, un trabajo que fue fundamental en un contexto de crisis de camas disponibles a lo largo del país.
¿Cómo fue tu experiencia estudiando Enfermería en la UC?
Ingresé a Enfermería como una exploración, pero fue en la práctica clínica donde descubrí mi verdadera vocación. El contacto directo con los pacientes, la posibilidad de generar un impacto tangible en su recuperación y el enfoque humano de la UC, me marcaron profundamente.
Además del sólido conocimiento técnico que me entregó la Universidad Católica, destaco su énfasis en la gestión de calidad y la formación integral del profesional de la salud. En el hospital Sótero del Río, viví experiencias muy exigentes para mi formación profesional. Fue como estar en el frente de batalla, y me dio una visión clara del rol transformador de la enfermería.
En paralelo, el apoyo material y humano que recibí fue clave. Obtuve una beca de residencia con religiosas que me permitió continuar mis estudios cuando los recursos familiares no alcanzaban. Nunca me sentí sola, y eso también es parte del sello UC: el acompañamiento, la excelencia y el compromiso social.
¿Qué desafío profesional ha marcado tu carrera?
Durante la pandemia de COVID-19, la Fuerza Aérea de Chile asumió un rol clave en el sistema nacional de salud. Fuimos parte del puente aéreo más grande de la historia del país, trasladando pacientes críticos a lo largo de Chile, para descomprimir los sistemas hospitalarios más colapsados.
Tuve la oportunidad de liderar y participar en evacuaciones aero-médicas en condiciones extremas, dentro de un avión Hércules adaptado como unidad de cuidados intensivos en vuelo. Implementamos protocolos en tiempo récord para evitar contagios, estabilizar pacientes en vuelo y coordinar aterrizajes seguros. Fue una responsabilidad enorme, pero también una experiencia profundamente gratificante.
Ese desafío confirmó mi convicción de que el liderazgo clínico también puede operar a nivel estratégico. Cuando gestionas bien, multiplicas el impacto positivo en miles de personas.

En la foto, se ve a la enfermera UC María de los Ángeles Henríquez desfilando como comandante de batallón a cargo de las especialidades.
¿Qué representa para ti el sello UC?
Para mí, el sello UC es una combinación de excelencia académica, compromiso ético y servicio público. Me enseñaron que uno estudia no sólo para mejorar su vida, sino para transformar la de otros.
También, la formación valórica fue esencial. Me dio herramientas para creer en mí misma, pero también para actuar con humildad, empatía y gratitud.
Hoy veo mi trabajo como una vuelta de mano a todo lo que he recibido, y como una oportunidad para servir desde un lugar de convicción.
¿Cuáles son tus proyecciones o sueños profesionales?
Me gustaría poder realizar un Doctorado en Salud Pública, convencida de que las decisiones en materia de políticas sanitarias deben estar basadas en evidencia, guiadas por la empatía y respaldadas por una comprensión profunda del terreno.
A lo largo de mi trayectoria en la Fuerza Aérea, he tenido la oportunidad de liderar consultorios, implementar vacunatorios, y gestionar áreas críticas como farmacias, insumos médicos y unidades de consignación del Hospital FACH. También he sido parte de brigadas en distintas regiones del país, como en la Base Aérea Cerro Moreno, en Antofagasta.
Desde el ámbito operativo, participé en hospitales de campaña tras el terremoto del 2010 y en operativos de apoyo a comunidades aisladas, como en Isla de Pascua. Durante la pandemia, colaboré directamente en unidades de cuidados intensivos en Punta Arenas y en la ejecución y coordinación centralizada de evacuaciones aeromédicas a lo largo del territorio nacional.
Estas experiencias me han entregado una visión integral de las necesidades sanitarias del país y han fortalecido mi compromiso por seguir aportando. Mi sueño es seguir contribuyendo desde espacios donde se diseñan políticas públicas, ya que en la gestión veo la oportunidad de multiplicar el beneficio a miles de personas que lo necesiten.
Siento que aún tengo mucho por entregar a la Fuerza Aérea y me motiva pensar en cómo puedo aportar a sistemas de salud más justos, eficientes, resilientes y humanos para todos.