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Entrevista a una egresada: María Jesús Ramos

¿Qué significa reconocerse como una nutricionista anti-dieta? María Jesús Ramos, Alumni de Nutrición UC, se ha abierto un espacio en las redes sociales para visibilizar un nuevo enfoque en salud más inclusivo: la alimentación Intuitiva. Hoy, además de sus consultas particulares y talleres, está en vías para certificarse internacionalmente en este tipo de enfoque que busca no centrar la salud en el peso.

¿Qué cosas en tu vida te convencieron de que Nutrición era la carrera que querías estudiar?

Mi mamá. Yo quería estudiar Kinesiología y me faltaron poquitos puntos. Mi madre me recomendó que pusiera nutrición como segunda opción y aquí estamos. Creo que me convencí de mi carrera cuando estaba estudiando, me gustó descubrir la nutrición como ciencia y no como se cree que es (sentarse con una calculadora y dar pautas). El trabajo que hago hoy y el enfoque de salud que sigo, es el que me ha enamorado profundamente de mi profesión.

¿Qué es lo que más recuerdas de tu paso por la facultad y por la UC?

Sin pensarlo dos veces: mi amado equipo de Handball PUC. Tuve la suerte de ser capitana y delegada de esta selección. Definitivamente fue lo más importante en mi paso por la universidad, sólo volvería el tiempo atrás para poder jugar de nuevo con mis cabras y disfrutar tanto como lo hacíamos.

¿Qué fue lo que nos hizo replantearnos como sociedad la relación entre salud y peso?

No sé si la sociedad Chilena se lo ha replanteado aún… me costaría decir que es algo que todos estamos haciendo. Es más, desde el mundo de los profesionales de la salud, hablar de una salud no centrada en peso es realmente algo descabellado. Sin embargo, respondiendo a la pregunta, la ciencia ha demostrado que centrar los tratamientos de salud en la pérdida de peso sólo logra consecuencias dañinas a largo plazo más que beneficios. Partiendo de la base que el “tratamiento para pesos más altos” es la restricción (o dietas), la evidencia respalda que 2/3 de las personas que hacen dieta recuperan el peso perdido (o más) al cabo de un año. Además, se ha visto que, si bien las dietas generan una pérdida de peso al corto plazo ¡el hecho de hacer dieta es un factor predictor de aumento de peso al largo plazo! Es decir, generan el efecto contrario al esperado. ¿Por qué? por un mecanismo de supervivencia del cuerpo a la restricción alimentaria.

Es necesario hablar de las consecuencias a la salud que tiene el estigma y discriminación por peso, como lo son los mayores niveles de estrés, menores controles de salud, menor control de patologías y adherencia a tratamientos, mayor riesgo de desarrollo de Trastornos de la conducta alimentaria (TCA), menor satisfacción corporal, entre otros. Todo esto lo respalda la evidencia, el problema es que muchos no quieren verlo.

¿Cómo nació la idea de poner tus redes sociales a disposición de tu conocimiento, transformándose en un espacio de difusión, comunicación, pero también como una herramienta de trabajo? 

Cuando salí de la universidad me sentía un poco perdida, no sabía en qué trabajar. Así comencé con mi Instagram (@nutricontuti) para compartir información y también para tener pacientes. Sin embargo, el boom fue cuando conocí «Salud en Todas las Tallas y Alimentación Intuitiva». Es ahí cuando empecé a ser más activa y a compartir toda esta información que hasta ese momento no se hablaba mucho. Necesitaba que más personas conocieran esto, que supieran que existe otra alternativa desde una mirada inclusiva, respetuosa y con mucha evidencia detrás.

¿Cómo se trabaja con otras áreas de la salud para lograr avanzar en esta materia? ¿Hay algún espacio interdisciplinario en donde se conversen estas temáticas, se actualicen y se derriben otras tantas?

¡Uff! El trabajo interdisciplinario es importantísimo. Sin embargo, cuesta un poco en nuestro país porque es difícil encontrar profesionales de la salud que trabajen bajo un enfoque no centrado en peso. Lamentablemente, he tenido tantas experiencias de pacientes que han sufrido un nivel de discriminación en la consulta médica que me deja realmente desconcertada. Muchas veces no puedo creer el nivel de violencia que ejercen profesionales de la salud en personas que habitan un cuerpo mas grande. No voy a mandar a mis pacientes al matadero… A pesar de todo esto, ¡creo que vamos avanzando! Cada vez son más los profesionales de la salud que se están cuestionando estas temáticas, lo que es muy positivo. Con mi equipo (@mujerescomiendo) tenemos un podcast en el que hablamos de todo esto y más.

A nivel de políticas públicas, ¿qué crees que es lo más urgente a tratar en temas de salud y nutrición?

La educación de niños(as) y adolescentes. Dejar de educar en temas de alimentación desde la moralización (alimentos “buenos” y “malos”), dejar de exigir el peso como parámetro de salud, dejar de educar a los(as) niños(as) entorno a los estereotipos corporales y la romantización de la delgadez. Todo esto (y más), aumenta el riesgo de desarrollar TCA, menor satisfacción corporal, menor autoestima, mayor riesgo de atracones, entre otros.

¿Cómo te gustaría que se abordara, en un futuro, la relación entre los(as) niños(as) y la comida?

Ojalá que como adultos no intervengamos con nuestras creencias en la alimentación de los(as) niños(as). A qué me refiero con esto, ellos(as) se alimentan de por sí intuitivamente. Saben responder a sus señales corporales asociadas a la comida y confían en ellas, los(as) adultos(as) somos quienes dudamos. A temprana edad, ellos(as) tienen una relación neutral con los alimentos, no existen los “buenos” o “malos” alimentos, sólo hay algunos que son más ricos que otros, y ya está. Nosotros(as) somos quienes restringimos o damos una connotación positiva o negativa a la comida, ellos(as) solo aprenden. Espero que llegue un momento en el que se respete la intuición de los(as) niños(as) al momento de comer y que aportemos desde un lugar positivo a su relación con la comida.

¿Cómo es el Chile que sueñas?

Sueño un Chile feminista. Y, además de eso, sueño un Chile en el que el tamaño de tu cuerpo no sea un tema. En el que las idea de que debes “achicar” tu cuerpo para encajar o ser saludable sea considerada ridícula. En el que las dietas y la restricción alimentaria con el fin de disminuir tu peso sea visto como una locura, anti ética y dañina para tu salud (que lo es). En el Chile que sueño, los trastornos de la conducta alimentaria no son gatillados por profesionales de la salud y mucho menos se prescriben conductas alimentarias alteradas (ayunos, métodos de compensación, horarios rígidos de alimentación, medir y pesar la comida, etc.) para “mejorar” la salud de los pacientes. En ese Chile, no se habla ni se comenta el cuerpo del otrx, no se ve como un tema de conversación “entretenido”, sino como un acto repudiable y vergonzoso. En el Chile que sueño, las niñas no se avergüenzan de sus cuerpos, sino que dedican su vida a disfrutarlo y a vivir la experiencia de habitarlo, sin miedo a la violencia, el juicio y la opresión.

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