Entrevista a un egresado: Darío Contreras, fundador de Maifud

¿Qué es lo que recuerdas de tu paso por la universidad?

Fue una etapa de mucho crecimiento personal, sobre todo porque uno conoce amigos que van a ser para toda la vida. Uno vive experiencias súper gratificantes. Con el tiempo hay cosas de la universidad, de los de los ramos, que uno va olvidando.  Lo importante es que en ese paso, se va forjando tu intelecto, tu madurez, tu cabeza para enfrentar la vida profesional. 

Yo valoro mucho el paso por la universidad, porque me permitió al final ser gran parte de lo que soy ahora y de cómo fui pasando también o viviendo mi vida profesional, con altos y bajos. 

¿Cómo describirías tus años estudiando ingeniería?

Fueron difíciles, de mucho estudio. Uno va con la idea de seguir una especialidad y con el tiempo vas descubriendo que te van gustando otras cosas.  Si miro para atrás lo que he hecho en mi vida profesional se escapa un poco de la especialidad misma que yo tomé. Yo soy ingeniero Industrial Eléctrico, pero nunca ejercí en esa especialidad. Me he dedicado más a la parte industrial y financiera. Entonces, lo que uno rescata en el paso por la carrera es el cómo la experiencia te va forjando carácter, resiliencia. 

De forma voluntaria, Darío empezó a ser parte de Disco Sopa Chile, una agrupación que busca generar conciencia para combatir el desperdicio de alimentos. Fue ahí donde surgió su idea de hacer una comunidad en Facebook, en donde las personas pudieran compartir alimentos de sus casas.  

“La idea era conectar a vecinos, a gente que tuviera excedentes de comida en su casa y los pudiera ofrecer a través de esta plataforma. Y así fue”, comenta el egresado UC. 

Tras unos años de trabajo en el retail y en el área de la consultoría, la idea de convertir a Maifud en un mercado de productos imperfectos comenzó a tomar relevancia. 

EL CAMINO DEL EMPRENDIMIENTO

Constituí la empresa sin tener nada. Fui registrando la página web y la marca. Recién el 2020 empecé a darle forma a Maifud como tienda. Partimos vendiendo algunos productos. Vendíamos tomates y algunos productos imperfectos con los que hacíamos bolsitas como de 3kg y las ofrecíamos a través de nuestro sitio web. De a poco se fueron sumando más productores, más productos también y fuimos creciendo en ventas. Además, empezamos a ofrecer productos con variedades que son poco tradicionales o pocos comercializables y no aguantan el manejo logístico de un supermercado. 

A la fecha llevo más de 50 – 51 toneladas de alimentos rescatados de diferentes productores de la zona central, de la sexta y de la cuarta región también. Estamos trabajando con 45 agricultores, productores agrícolas, distribuidores, exportadores también agrícolas, familiares. 

¿Cuáles fueron tus mayores aprehensiones al momento de emprender con Maifud?

Emprender es como lanzarse al vacío un poco, porque, en el fondo, uno tiene una familia, tiene que pagar cuentas, la vida en sí no es barata y uno está acostumbrado también a la seguridad que te da un trabajo estable en una empresa. Entonces, tomar la decisión de decir: “ya bueno, me dedico al 100% a mi emprendimiento”, es difícil.  

Sin embargo, si uno tiene una pasión y encuentra de repente algún modelo para hacer un negocio en torno a eso y que te sirva para vivir y poder desarrollar ese proyecto, yo le diría a toda la gente que lo haga porque al final es bien gratificante. 

A tu criterio ¿qué hace que un negocio sea exitoso?

Para mí un negocio que sea exitoso es uno que ojalá se pueda sustentar en su operación, que no necesite necesariamente oxígeno todo el rato para ejecutarse.  Como base, el negocio tiene que poder ser auto sustentable. 

Y más allá de eso, para ser exitoso yo creo que el negocio debe generar un impacto en las personas, en el medio ambiente y en la sociedad. Y es muy importante no solamente vender un producto, sino que no vender algo que no es fiel al espíritu. Si logras encapsular en tu producto o servicio toda tu convicción y todo el espíritu de tu negocio, ya con eso, es un negocio exitoso. Pero en lo concreto, lo básico es que ojalá ese proyecto se sustente en sí mismo, produzca o genere valor y se pueda pagar. 

 Cuales han sido los mayores desafíos hasta el momento? 

Yo te diría que los mayores desafíos al final es armar un buen modelo de negocios, tener bien claro quiénes son tus clientes, cuál es el producto que vendes, cómo cuidar ese producto, cuáles son los canales de venta y focalizarse. Yo creo una de mí mayores debilidades es que me cuesta poner el foco en un solo tema, entonces me disperso y me dan ganas de hacer un montón de cosas. He tratado de focalizarme en nuestro modelo B2C (business to consumer) en donde vendemos a clientes en casas, pero, el año pasado incursioné en sacar unos pilotos de productos con nuestra marca como imperfecta. Entonces, como esa, han existido muchas ideas a las que he tenido que ponerle freno para dedicarme a lo esencial.  

Por último, diría que el otro desafío es armar equipo, que no siempre es fácil cuando uno parte solo una idea. Lo mejor es iniciar desde cero con socios que sean de tu confianza, que tengan el perfil y las herramientas para hacerlo. 

Como visualizas el camino de un/a emprendedor/a en nuestro país? ¿Es fácil? ¿Difícil? 

Yo creo que el camino es difícil, quizás cada vez hay más herramientas que para alguien, quizás que no está acostumbrado al mundo del emprendimiento, es un poco desconocido. A mí me pasó. Hasta el día de hoy me cuesta el tema del levantamiento de fondos e inversionistas, porque, claro, también he estado solo mucho tiempo. Pero, al final, si uno averigua bien y se trata de rodear de personas que te puedan ayudar, que conocen del tema, todo se puede hacer mucho más fácil.  

Hay hartos planes de acompañamiento en Startup Chile, en la Caja los Andes, en algunas aceleradoras. También hay hartas empresas que están ofreciendo ese apoyo y el acompañamiento, entonces eso también hace que sea más fácil para que los emprendedores puedan surgir con sus negocios. Yo creo que hay herramientas, quizás no siempre es fácil saber aprovecharlas. 

¿Cómo es el Chile que sueñas?

Sueño con un Chile que se preocupe de los temas reales. Para mí el tema medioambiental es un tema crítico. O sea, si la gente no convive armónicamente con el medio ambiente, no tenemos mucho futuro como humanidad. Me imagino un Chile bien preocupado del medio ambiente; de que la gente se preocupe de cuidar nuestros recursos, de cuidar el agua, la energía, evitar contaminar tanto, cuidar nuestra biodiversidad.

También sueño con más justicia social, con más derechos, mejor y mayor educación y con mejor acceso a la salud.